Concepto

La cura del VIH es uno de los grandes objetivos de la investigación en este campo. A pesar de los grandes avances logrados en el ámbito de los tratamientos que permiten a las personas disfrutar de una esperanza y calidad de vida similar a la de la población general, hay otros campos de investigación en donde el progreso ha sido muy modesto, como en el campo de las vacunas o el de la propia cura.

Uno de los grandes problemas que entraña esta investigación es que no existen precedentes de casos en que una persona haya conseguido eliminar la infección una vez cronificada. De hecho, durante mucho tiempo se consideró la posibilidad de que la curación fura un objetivo irrealizable hasta que en 2008 el caso de Timothy Brown sentó un precedente al ser la primera persona que se consideró curada de la infección tras una intervención para curar su leucemia (véase Historia) que resulta extremadamente peligrosa y que jamás se habría intentado de no haber estado en peligro su vida.

Tradicionalmente, al hablar de la curación del VIH se refiere a la denominada “cura esterilizante”, es decir, la erradicación completa de la infección del organismo. Ciertamente es lo que parece haber sucedido en el caso de Timothy Brown, pero conseguir reproducir este resultado de una forma segura parece ser un objetivo demasiado ambicioso y por este motivo la mayor parte de la investigación se está centrando en lo que se conoce como “cura funcional”, es decir una remisión del VIH. La cura funcional no eliminaría el virus del organismo, pero permitiría que la persona pudiera mantener el control de la infección sin necesidad de recurrir a la medicación antirretroviral.

En su documento “Prioridades de investigación para la cura del VIH: Estrategia científica global de la IAS 2021”, la Sociedad Internacional del Sida (IAS, en sus siglas en inglés) propone 6 grandes prioridades en la investigación de la cura de esta infección:

  • Obtener más información sobre los reservorios corporales del VIH. En esta prioridad se propone no solo recopilar información sobre cómo el VIH se mantiene en el organismo, sino también indagar el impacto que tienen sobre el mismo factores como el sexo, entre otros.
  • Medición del reservorio del VIH. Teniendo en cuenta la importancia del reservorio en la curación, es preciso disponer de herramientas que permitan estimar su tamaño.
  • Identificar los mecanismos que contribuyen al control del VIH. Las respuesta frente al VIH de algunas personas (controladoras de élite o no progresoras a largo plazo) pueden contener información valiosa en la búsqueda de una cura.
  • Actuar sobre el provirus (el ADN viral insertado en las células durmientes): Se propone el desarrollo de estrategias tanto para revertir la latencia (“despertar”) de estas células como para mantenerlas en ese estado de forma indefinida (“silenciar”).
  • Actuar sobre el sistema inmunitario: Incluyendo el desarrollo y uso de anticuerpos ampliamente neutralizantes.
  • Terapias celulares y génicas: Se inspiraría en casos como el de Timothy Brown (véase el artículo sobre “Historia”) para usar edición genética con el fin de replicar esos casos de una forma más segura para las personas. También podrían usarse para administrar moléculas similares a anticuerpos que podrían imitar el control inmunitario natural del virus de las personas “controladoras de élite”.
  • Remisión y cura pediátrica: En sus prioridades estaría la inclusión de bebés y niños junto en los avances de la investigación para la cura del VIH, una población muy afectada en países en vías de desarrollo.
  • Aspectos sociales, comportamentales y éticos de la investigación para la cura: También se insta a no dejar de lado los aspectos sociales y éticos que puede entrañar esta investigación.

Fuente: Sociedad Internacional del Sida (IAS): Prioridades de investigación para la cura del VIH: Estrategia científica global de la IAS 2021.

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