Yo accedí a encontrarme con ella e ir a hablar con su pariente, pero me sentí tan diminuto ante ella por lo que ha tenido que pasar, por esta lucha de 7 años continuos para vivir.
A causa de depresiones sus CD4 han bajado, vi su antes y después el cambio físico es enorme, pero aun así quiere vivir y ver el amor en sus familiares fue una medicina para mí.
Confieso que no sé a quién le hizo más bien, si a ell@ o a mí. Cuando estaba en una etapa de apatía, de no creer continuar con este estilo de vida, llega a mi vida un ángel para hacerme ver que sus problemas son aún más grandes que los míos y está allí aferrada a luchar.
Reímos mucho, hablamos de nuestros temores, de todos los procesos y cambios que hemos pasado. Siento que en una hora hice una amiga.
El amor y la hermandad existen, la bondad existe, el perdón existe y, sobre todo, Dios existe. La muestra de ello es que aparecieron seres humanos maravillosos a mi vida de la nada sin merecerlo, ¿o sí?
Voy a batallar con más firmeza, voy a ser mejor cada día, mientras Dios este a mi lado, ¿a quién temeré?
Un abrazo, amigos.