Llegó el día de la entrega del examen, llegué 10 minutos antes de lo citado, nervioso, angustiado y con pena. Saqué el número en la consulta médica, esperé mi turno y fui llamado.
Al llegar al escritorio de la persona que entregaba los exámenes me dijo: “Su examen no está”. Le pregunté el motivo, ya que me habían citado para retirarlo y la secretaria me explicó que mi doctora se había ido de vacaciones y que era ella la que debía entregármelo.
Desde ese momento supe que algo malo pasaba. Comencé a desesperarme y buscaba solución para que alguien más pudiera darme el resultado de mi examen. Me hicieron pasar al laboratorio donde me habían sacado las muestras de sangre y, ya casi a punto de llorar, le pregunté a la enfermera qué pasaba. Ella me dijo que no podía darme los resultados y que solo podía hacerlo mi doctora. Desesperado, le dije que me dijera si era algo malo o bueno, que tenía que saberlo y no podía quedarme esperando 15 a 20 días más para saber mi resultado. Entonces me dijo: “Ok, haremos algo. Tu resultado lo mandaré a un laboratorio donde te lo podrán decir”.
Entonces me pidió mi número de teléfono y me dijo que me llamarían del laboratorio. Me fui ese día a mi trabajo caminando casi sin rumbo solo mi cabeza estaba pensando en lo que me dirían en el laboratorio. No pasaron ni 3 minutos y me llamaron del laboratorio, una doctora muy amable. Le insistí tanto que me diera mi resultado que me contestó: “Franco, tu examen salió reactivo. Ven al laboratorio y conversaremos”. Allí me realizaron el segundo examen, en el que realmente ya no hay vuelta atrás, y salió positivo.
Yo aún no empiezo mi tratamiento, estoy a la espera de que me llamen y me designen un doctor. Pasé por momentos muy angustiantes, lloré, no dormí, me cuestione el por qué a mí, qué hice mal… muchas preguntas.
Ya no daba más y decidí contarle a mi mejor amiga, que me abrazó y a punto del llanto me dijo que jamás me dejaría solo. Esto lo viviremos los dos juntos, como amigos que somos. Sentí una liviandad en mí. A mi familia no sé si contárselo, no quiero hacer sufrir a mi mamá ni a mis hermanos, siento que por el momento no estoy preparado.
Ahora solo quiero empezar pronto con mi terapia porque mis ganas de vivir son muchas y sé que esto no me la va a ganar. Es algo crónico, pero sé que podré vivirlo responsablemente.
Sean responsables, la vida es tan linda que uno no sabe aprovecharla. Desde ahora puedo decir que vivo mi vida desde otro punto de vista.