Después de un mes, lo llamé, nos vimos, salimos y pasamos un fin de semana juntos. Esta vez practicamos sexo anal y no nos cuidamos. Desde ese momento nos mudamos a vivir juntos y nunca nos hemos cuidado. Ya llevamos dos años y un mes viviendo juntos. Desde entonces, nos hemos dejado llevar como 3 veces. En ocasiones, él cuando tenía relaciones por ahí no tomaba precauciones. Yo lo que hacía con chamos que conocía era tener sexo oral, nunca anal…
El caso es que en marzo él empezó a sentir dolor en sus “bolas”, tanto le dio que se fue al médico, le hicieron unas pruebas y en esas que la del VIH le salió positivo. Él no me lo quería decir, me lo contó un amigo suyo. Cuando me enteré me lo tomé normal, no lo rechacé ni nada. Pero -lo confieso- mi vida después de eso cambió por completo.
Ahora vivo con miedo a eso (al VIH). No sea que me haga la prueba y dé positivo. El miedo es al rechazo de mi familia, porque me dijeron que si salía con eso (tenía el VIH) me olvidara de ellos.
Yo -de verdad- no sé qué hacer. Me siento solo y noto que cada día me muero lentamente. El único que me da ánimo es el amigo de mi pareja; me ayuda. Pero no es lo mismo. Tengo miedo un día a morirme. Aquí en Venezuela la situación está fea.
Le pido a Dios que no tenga eso (el VIH), porque mi sueño es ser papá algún día. Hace ya dos meses que no tengo relación con nadie, porque no puedo estar con nadie, ya que no sé si le haré daño o no. Ni con mi pareja he estado ahorita. Le tengo odio, no por lo de la enfermedad, sino por sus peleas. “Me corre” cada vez que quiere, me chantajea… Ya que no trabajo y no tengo adónde ir. He de soportarlo. Necesito ayuda y un buen amigo que me escuche y me diga a dónde acudir para hacerme todos los exámenes.
Por favor, ayúdenme.