Para mí el VIH me cambió la vida porque mi vida ahora es de engaños. Siempre ando ocultando mi enfermedad. Solo lo saben mi madre y hermana. La verdad es que es algo muy duro tener que ocultarlo pero gracias a dios tengo el apoyo de mi madre y mi hermana.
Ahora tengo ya 31 años y quiero estudiar una carrera, pero aquí en mi país es muy difícil entrar a una universidad con esa enfermedad y eso es lo me desanima de estar aquí en Perú.
Lo que les puedo aconsejar es que no se rindan. Sigan adelante, la vida es hermosa y solo sé que dios nos da una cruz porque sabe que podemos cargar con ella.
Bueno, les deseo mucha suerte a todas las personas que están con lo mismo y que solo hay que llevar una buena vida.