Gracias a Dios, a medida que ha pasado el tiempo he aprendido mucho de esto. El VIH no será nunca una bendición, puede no llegar a ser nunca algo positivo. Sin embargo, haber pasado por esta situación me ha convertido en una persona fuerte, luchadora y, sobre todo, he aprendido que cada acción en esta vida tiene una consecuencia
Y lo importante no es saber en qué fallamos sino reconocerlo y no volver a fallar. Recuerda siempre que mientras tú tomas una pastilla daría (algunos dos o tres) hay miles de personas que no se pueden levantar de una cama. Date una segunda oportunidad de vida.
Esta es mi historia. Atentamente Carlitos, desde Ciudad de Panamá.