Gracias a Dios la carga viral es baja y no he presentado síntomas graves relacionados con el virus. Únicamente ganglios inflamados en el cuello, razón por la cual me hice la prueba; pues tenía sospechas y había tenido relaciones sexuales sin protección.
Inicialmente, al recibir la noticia [debo decir que] era algo que presentía, pues siempre que uno se realiza la prueba [del VIH] debe contemplar la posibilidad de que salga reactivo o positivo. He tenido problemas para conciliar el sueño desde ese entonces, pero es más por el estrés y por estar pensando en planes a futuro y demás.
Sin embargo, hace más de cinco días inicié mi tratamiento antirretroviral de una sola pastilla por las noches diaria. Trato de comer a las 18:00 h y tres horas después me tomo la pastilla, a las 21:00 h, con abundante agua como me recomendó mi médico. Hasta el momento no he sentido ningún efecto secundario. Es más, ya a tan sólo 5 días del tratamiento los ganglios están a punto de desaparecer.
No le he contado mi condición a nadie, creo que puedo llevar una vida normal, por miedo al rechazo y al estigma social. Pero estoy seguro de que, llevando una vida sana, comiendo saludable y haciendo ejercicios, la vida continuará como si nada. No tomaba mucho alcohol y tampoco nunca he fumado ni consumido drogas. Entonces, creo que eso también ayuda al organismo a recibir de mejor forma el tratamiento.
He recibido muy buena atención por parte del personal de salud, la doctora es muy amable y divertida. Al momento de reclamar el medicamento, sí tenía nervios, pero es normal. Es igual que ir a reclamar un acetaminofén [nombre del paracetamol en EE UU], nadie te juzga ni señala, creo que muchos de los que estaban ahí también iban por su tratamiento y se veían absolutamente normal.
Mi invitación es a que sigamos las recomendaciones médicas al pie de la letra. Nuestro peor enemigo son nuestros propios miedos. Tratemos de tener una actitud positiva, aunque sea difícil. Si creemos en Dios, acerquémonos más a él, y si no creemos, busquemos algo que nos dé paz y tranquilidad. Todas las noches antes de dormir rezo y me ha ayudado a conciliar un poco más el sueño.
Un abrazo para todos con fuerza, y recuerden: Si están comenzando en este nuevo estilo de vida, la actitud con que lo asuman es lo único que hará la diferencia. ¡Bendiciones para todos!