Al ser una persona activa sexualmente, periódicamente me hago mis pruebas del VIH, pero este año no me las había hecho. Sí me hice hematologías, también la prueba de la mononucleosis y aproveché para hacerme la del VIH. Mi sorpresa es que me llamaron del laboratorio para repetir la prueba de ELISA; entré en shock por repetir la prueba del VIH.
Siempre tengo presente el usar condón, ya que soy homosexual, y vigilo de no dejarme eyacular nunca sin preservativo. El sexo es una ruleta rusa: Uno se pone creativo y siempre hay el roce, con tanta creatividad. Además, uno lo está disfrutando. ¿Qué pasó?, me pregunté. Estos deben estar locos. Pero también me dije: ¿Y esos malestares? ¿Por qué?
Bueno, seguí con temor al volver al laboratorio. Siempre voy con confianza, pero me sentí asqueroso, ya me había metido pensamientos muy negativos en la cabeza. ¿Y si en efecto era positivo? Resulta que me fui al infectólogo con temor y, bueno, me hicieron los análisis, aparte del Western-Blot, el conteo de carga viral y el recuento de CD4. Esto fue durante un mes. Luego, como vivo en una ciudad poco desarrollada, me tocó viajar.
Al fin, un mes después, logré hacerme el estudio y esperé aproximadamente 20 días para los resultados. Fueron los siguientes: 664 CD4 y carga viral: 7.150 copias. Claro está, fue creciendo la ansiedad y el miedo, los síntomas como las náuseas, la falta de apetito, etc.
Hasta que se me activó el Helicobacter pylori y me produjo gastritis, esofagitis de grado B y muchos nervios. Empecé ya hace aproximadamente 8 semanas a tomar medicación, pero me provocó efectos adversos, en concreto un trastorno gastrointestinal. También me dio diarrea intermitente, a raíz del estrés. Me ardía todo dentro del cuerpo, hasta los oídos me ardían. Confié en que fueran efectos secundarios pasajeros, mientras el cuerpo se adapta a la medicación, para, al fin, alcanzar una estabilidad.
Me gustaría obtener consejo por parte de compañeros con la misma condición [VIH+]. Ha sido difícil, pero es una oportunidad de vida esta condición. Le pido mucho a Dios, que me estabilice, ya que tengo sueños de irme del país, nuevos proyectos, pero quiero estar estable.
Siempre he sido de retos y soy optimista, pero hay días en que es inevitable deprimirse. Por los malestares, a veces uno se dice que tal vez sean los tratamientos que me están haciendo más o menos efectos.
Son muchas las preguntas e incógnitas. Les agradecería de antemano su apoyo moral. Sé que cada cuerpo es distinto, pero quise explicar mi historia.
Estoy agradecido de antemano. Espero una satisfactoria respuesta.
Abrazos y bendiciones a todos.