Les comenté que me apunté a un grupo de teatro para adultos; pues bien, esto ha sido toda una revelación para mí. He ido descubriendo cómo podía expresar los sentimientos que llevaba dentro sin hacer partícipe a nadie, o a muy poca gente. No diré que es la terapia perfecta, pero sí que ha hecho, por ejemplo, que salga de nuevo a la calle con un propósito diferente.
Estuve muchos años encerrado en mi casa y en mí mismo. No me relacionaba, no me reía, no bailaba, no me movía para nada ni para nadie, ni siquiera para mí. Descubrí que, al darle espacio a un "personaje" para que contara su historia, por unos momentos dejaba de mirarme el ombligo como si yo fuera el único a quien le ocurren cosas más o menos desgraciadas.
He aprendido a ver, escuchar y sentir que, además de mí, hay otras personas, otras historias, otras vidas, y que puedo explicar mi verdadera historia de manera que, quien me escuche, pueda creer que soy un personaje, y así, usar ese puente para que la gente se sensibilice con las personas que tenemos VIH y tome conciencia de que también estamos, vivimos, comemos, etc., con ellos/as.
Mi mensaje es de ánimo para todos/as. Tenemos algunas limitaciones, pero debemos seguir: unos luchando como activistas y otros luchando de otra manera. La lucha nos mueve a descubrir caminos para ganar.
Que la luz del amor inunde cada rincón de su casa.
Abrazos para todos/as.