Fue el peor día de mi vida. Creí que mi existencia había llegado a su fin. Me costó mucho superarlo y entender que no era mi momento de morir, que aún quedaba mucho por hacer y luchar.
Agradezco a todos los profesionales de la salud que me tendieron una mano siempre y con una sonrisa cada día. Y a ustedes, porque, por medio de la revista LO+POSITIVO, encontré a quien hoy es mi pareja. Pronto nos casaremos. Él vive en Cuba.
Me siento lleno de vida y con ilusión por cada día que Dios me da. A todo aquel que esté pasando por esto le diré que luche. Merece la pena vivir y ser feliz.
Gracias a todos y sigan así.