Viví y estudié gran parte de mi vida en la ciudad de Valencia (Venezuela). A los 17 años me gradué de bachiller. Y estoy convencido, aunque sólo tengo pruebas de 1991, de que fue en diciembre de ese año –1989– cuando un amante furtivo me transmitió el virus de la inmunodeficiencia humana.
Esa persona está muerta, creo que se dejó llevar por el miedo y la paranoia y, finalmente, sucumbió.Yo seguí adelante con mi vida. Me gradué como técnico en turismo y, además, me saqué una diplomatura en inglés.
Continuará…