Fui diagnosticado el 14 de diciembre de 2014 y mi madre estuvo ahí conmigo. Fue la primera persona en saber que yo era portador del virus. Fue muy duro y muy fuerte para ella.
El 16 de diciembre me internan por una bronconeumonía que presentaba y estuve una semana en el hospital. El 24 de diciembre me dan de alta y el 25 de diciembre comienzo mi tratamiento antirretroviral.
Tres años no se dicen fáciles, pero ver historias de personas que viven con el virus y llevan más de 10 años me da la fuerza de seguir adelante.
Gracias al apoyo de toda mi familia, sé que no estoy solo, y así como yo, hay muchas más personas. Sólo quiero recordarles que nunca estaremos solos.
Ánimo, hay que vivir y luchar nuestra guerra. Fuerza para todos. Hasta luego.