Han sido meses de ajuste y reconocimiento de mi persona, de enfocarme en mí y en lo realmente importante. A menudo y por poca fortuna nosotros, los seres humanos, esperamos que pase algo muy significativo para darnos cuenta de todo lo maravilloso que tenemos en la vida. Ser VIH+ me abrió la puerta a quererme más, respirar más, vivir más, amar más, abrazarme más, siento esta necesidad de ser mejor persona para mí y mi familia.
Este año me he alejado de personas que, en perspectiva, me robaban mi energía, he tratado de disfrutarlo todo de una mejor manera y, en fin, de estar más presente, decir no sin remordimientos y ordenar mis prioridades.
Después de todos estos meses, logré ser y mantenerme indetectable [al VIH]. Recuerdo que la primera vez que me dieron ese resultado estaba muy nervioso, pero luego no pude dejar de sonreír, sentirme tranquilo y seguro de que esta condición no me va a definir, sino que únicamente me va a regalar la mejor versión de mí.
Un abrazo a todos y saludos desde El Salvador.