Pasaron varios meses y la amistad se convirtió en una historia de amor, al poco tiempo de dimos el paso de casarnos (fue el gran error de mi vida). Me casé con él sin saber nada de su vida pasada. Todos me decían que el no era buena persona, pero tonta de mi, estaba enamorada de él.
¡Qué razón tenían mis amigos! al poco tiempo empezaron los malos tratos de su parte, fue horrible, (casi me mata) lo denuncié y, por miedo, me toco dejar toda mi vida: mi ciudad, mis amigos, mi trabajo y sobe todo empezar de nuevo.
Pasado un año, conocí aun chico maravilloso, comenzamos una relación y al año me pide matrimonio y yo le digo que sí, pero al poco tiempo empecé a notar unos bultos en el cuello, dolores de cabeza y sin ganas de hacer nada.
Fui al médico y me mandó un montón de pruebas, a los 15 días me llamó el médico por teléfono y me dijo que pasara por la consulta, que quería comentarme algo. Cuando estoy en la consulta me dice que soy seropositiva, en ese momento sentí rabia, impotencia y, sobre todo, mucho dolor.
Faltaban ocho días para mi boda… podéis imaginar lo que sentí en ese momento. ¡A pocos días de mi boda, enterarme de que soy seropositiva! El mismo día hable con mi novio y le comenté todo, ya que no era justo engañarlo, y sobre todo él no es culpable de mis errores pasados.
Su reacción me sorprendió, en realidad no la esperaba. Le comento que no me puedo casar con él ya que soy seropositiva y no es justo que el cargue con ese problema, que al fin y al cabo es mi problema. Él me abraza, me da un beso y me dice: “Yo te quiero como eres y te quiero con lo que tengas, lucharemos juntos y siempre estaré a tu lado; lo único que quiero es pasar el resto de mi vida contigo, te amo”.
Esas palabras me llenaron de vida y me demuestra que aún quedan hombres que aman de verdad. Doy gracias por estar con un hombre maravilloso, llevo dos años casada y soy la mujer más feliz, no puedo pedir más a la vida.
Él es quien esta pendiente de mi medicación y de las visitas al especialista, él esta en todo, lo adoro. Mi exmarido me contagió, él sabía que era seropositivo y nunca me lo dijo. Ahora, él esta enganchado a las drogas y está como un muerto viviente. Yo estoy indetectable, y tengo una vida (normal), nunca perdáis la esperanza, porque siempre hay algo o alguien por el que mece la pena seguir viviendo, hay que luchar y tener ganas de vivir.
Gracias a esta revista por darnos la oportunidad de contar nuestras historias y a mi médico que es el mejor; y sobre todo a mi marido que gracias a él soy quien soy ahora, te quiero.