Eso me puso muy contento, ya que al haber sido abandonado por mi esposa me siento muy sólo y mi responsabilidad y aún extrañar a mi familia me impiden buscar seriamente pareja. Siguiendo el tratamiento llevo una vida normal, trabajo mucho y salgo con amigos de vez en cuando. Sin embargo, soy muy infeliz con mi secreto y mi soledad.
Yo era muy mujeriego al principio de la relación con mi mujer y seguramente adquirí así el VIH, aunque nunca buscamos cómo ni dónde fue, ni echamos culpas ya que no sirve de nada. Por suerte, nos enteramos a tiempo y lo controlamos y mi hija nació sana.
Soy de Berazategui, Buenos Aires (Argentina). Si alguien quiere charlar, bienvenido sea y si es de una zona cercana mejor.
Por suerte la medicina hoy hace que no sea una sentencia de muerte, sólo hay que sobrellevarlo lo mejor posible. ¡Abrazos y mucha fuerza!