Corrí e hice a un lado a mi hija, pero moví el contenedor sin darme cuenta. De pronto sentí un pinchazo en mi mano derecha. La miré y traía una aguja encajada en la palma de mi mano. Rápido me la quite y empecé a sangrar. Apreté fuerte y me limpié. La enfermera me dio alcohol.
En eso le habló a su jefe y le comentó lo que pasó. Me llevaron con una doctora y me dieron cita al día siguiente para hacer los análisis del VIH, VDRL y hepatitis. Tenía miedo, lloré y me dio coraje por no haber cuidado bien a mi hija. Gracias a dios a ella no le pasó nada.
Me presenté a los análisis y me dijeron que regresara en la tarde. Cuando llegué me volvieron a hacer otra prueba rápida y esperé una hora: salió negativo.
Me mandaron con el epidemiólogo al día siguiente a las 9 am y le expliqué lo que sucedió. Él me mandó al hospital con otra doctora y me dijo que ya no me podían dar los antirretrovirales porque eso es en 2 horas después del accidente.
Después me mandó con otro doctor y me dijo: “Ahorita todo está bien, pero hay riesgo de contagio de alguna enfermedad”. Así que en 6 meses tengo que realizarme exámenes y estar en observación.
Dios esto es tan difícil… Di un día que esperaba por los resultados no pude dormir, me sentía fatal. Tengo tanto miedo, no quiero ser pesimista, solo me queda esperar. No hay nada más que hacer. Pasan tan rápido los accidentes y te cambian la vida.
Gracias y que Dios los bendiga.