Adquirí este virus por mi expareja, que nunca me dijo nada hasta que me dejó y se fue sin saber el motivo. Me di cuenta de que tenía el virus cuando empecé a perder peso, me daba gripa muy seguido, hasta llegar a darme una parálisis que me tiró a cama. M internaron en la clínica, me hicieron miles de exámenes hasta que me hicieron la prueba del VIH y salí positivo.
Estuve hospitalizado 4 meses gravemente paralizado. Gracias a los antibióticos fuertes pude levantarme y recobrar mi movilidad. Todo el mundo me dio la espalda: mi familia, amigos, conocidos, todos. Hasta el día de hoy trabajo, me tomo mis antirretrovirales con diligencia y estoy bien.
Lo único enfermo que tengo es el corazón y el alma por la soledad. Es duro ver qué tu familia te ignora y también los amigos. La soledad es tan fría y cruel… Intenté darme la oportunidad de empezar una relación, pero las personas buscan solo interés y cosas malas y, la verdad, voy con eso.
Siempre he deseado conocer a una persona que ame con el alma y el corazón, que esté dispuesta a estar con uno hasta el último día de vida. Ser positivo [al VIH] no quiere decir muerte, significa que hay que vivir y esforzarse. También tengo corazón y sentimientos.
Gracias
