Estuve tres semanas internado en un hospital por el fuerte dolor que tenía en el pecho. Era una ulcera en el esófago, pero no sé si fue por el propio VIH.
Llevo una relación de 3 años con mi pareja y él me apoyó cuando estuve en el hospital. En ningún momento me dejo solo. Él se hizo la prueba y salió negativo.
Hasta ahora siento que mi familia me ama más, al igual que mi pareja y yo vivo como si nada, aunque a veces siento que no tengo nada.
Lo único a lo que le temo es a estar muy malito, como unos compañeros de cuarto que tuve en el hospital y dos que fallecieron de VIH, pero yo quiero vivir muchos años.