Siento que debo contar mi historia y dar una voz de aliento

Andrés

¡Quiero empezar dando ánimos a todo el mundo! Así comienza mi historia, tengo 21 años y hace 7 meses que me dieron el diagnóstico de VIH. He venido leyendo todas las historias pero hoy (14/10/2015) siento que debo contarles mi historia y darles una voz de aliento a todos los que lean esto.

Soy de Colombia, estudiante de medicina a punto de graduarme. Doné sangre un día normal como cualquier otro, pero meses más tarde me llamaron del banco de sangre para pedirme una cita.

Cuando llegué, me pasaron al consultorio de psicología en donde la terapeuta, con una mirada muy triste, me dijo: "Algo salió mal en las muestras que le hicimos a tu sangre". Yo, atónito, le pregunté que qué era. Rápidamente me contestó: "Tienes VIH".

Sentí que mi mundo se desbastó en cuadritos, aun teniendo la preparación académica para saber qué hacer ante un caso de VIH, me preguntaba: “¿por qué a mí?”. Por qué en este momento en el que mi vida estaba recogiendo tantos frutos sembrados. Salí corriendo y llegué a mi casa llorando desconsoladamente. Llamé a mi pareja y le dije: “Necesito de ti, vente. Te espero en mi casa”.

Cuando le vi la cara le dije que me perdonara, que era lo que más amaba pero que un examen decía que tenía VIH. Él me miró fijamente y me dijo: “Tranquilo, ¡saldremos juntos adelante!”.

Pasaron los días, entre en una depresión y otra por todo lo que estaba sucediendo. Fueron días negros, fueron días oscuros. Sí, señores, fue muy difícil… pero ¡aquí estoy!

Tomé la decisión de continuar, de seguir adelante, de tener fe, de amar, de luchar y de ser fuerte. No sé cómo pasó pero solo sé que Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros. Y yo soy guerrero, así que tomé cartas en el asunto, hice todas las vueltas y pasé por casi 4 médicos hasta llegar a mi infectólogo, al cual le estoy enormemente agradecido.

Este doctor rápidamente me ordena una serie de exámenes (aproximadamente 25), entre los cuales estaban los recuentos de CD4 y el nivel de carga viral. Pasaron los dos y esperaba con ansias los resultados, aclarando que he sido siempre súper asintomático, un hombre con mucha vitalidad y muy activo.

Finalmente llegó el día y ¡oh, sorpresa!, tenía los CD4 en 271, es decir a 71 células de entrar en SIDA. Sin embargo, mi carga viral era de 3.330 copias. Al ver esto, mi infectólogo, sorprendido, me dijo que era necesario empezar ya el tratamiento.

Fue en aquel momento en el que entré en una organización multidisciplinaria y donde, mes a mes, comience a tomar mis medicamentos con fe y esperanza en Dios.

Hoy les escribo porque me siento muy feliz en mi control tras 6 meses de tratamiento. Hoy estoy indetectable, es decir que este virus se encuentra controlado ¡y así lo voy a mantener mientras yo quiera! Además, mis Cd4 subieron de 271 a 684 células.

Mi mensaje es el siguiente: Sí, es duro, no es fácil, pero hoy en día tenemos la oportunidad de seguir adelante, de tomar el VIH cara a cara y decirle: “hey, detente, que voy a vivir”. Gracias a los medicamentos que tenemos actualmente podemos tener una vida normal, larga, tenemos una vida promedio normal similar a la de la población sin VIH.

Sigamos adelante, Dios está con nosotros. Espero llegar y mover fibras en el que lea este mensaje. Desde algún lugar del mundo les habla un amigo, un médico, un soñador, un hombre y una persona con VIH.

Deja un comentario

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD