Soy estudiante ya a punto de finalizar mi carrera profesional en administración de empresas. Adicional a eso trabajo como asistente de gerencia, promotor comercial y tengo una empresa marketing y eventos y me gusta el ejercicio.
Todo esto y sumado al amor y compañía de mi familia han sido los alicientes para seguir luchando con más ganas en la vida.
He sido una persona de mente abierta así que mi familia y algunos amigos saben que a pesar del diagnóstico vivo bien. Desde entonces me cuido, soy juicioso con mis medicamentos, con la sexualidad, soy indetectable y considero que puedes envejecer y morir de otra cosa diferente al VIH debido al avance en los medicamentos, y que este virus no es un impedimento para nada si te cuidas.
Bueno al menos eso pensaba hasta hace unos días en que conocí una persona. Llevábamos meses hablando por Facebook hasta que lo vi en persona.
Es profesional, independiente, estudia y tuvimos mucha atracción. De hecho podría decir que es la primera vez que siento algo así por alguien, digamos feeling, sentimiento, química… pero siento algo fuerte.
Sin embargo, desde que nos conocimos me he sentido inferior y poco persona debido al diagnóstico que tengo. Todo en mi vida iba bien hasta que conocí a este hombre, del cual estoy enamorado. Pero por mi condición le he dado excusas para no salir con el aun yo queriéndolo.
Hago eso simplemente porque creo que no tengo derecho a una persona sin esta condición. Me siento juzgado, etiquetado, condenado y sin derecho a estar con él. Aunque no le he dicho nada, tampoco creo que se lo diga. Creo que más bien dejaré que se aleje sin darle el motivo verdadero.
Es difícil, me duele mucho porque pocas veces sentimos esta conexión, pero me dolería más confesarle mi diagnóstico y que me abandonara por eso. Quisiera algún consejo.
De ahora en adelante en mis publicaciones pondré mi seudónimo como Togar para que reconozcan mis relatos e interactuemos.