Todo surgió porque mi pareja desde hace más de un año me confesó que tenía el VIH, a lo cual yo enseguida reaccioné de mejor manera ofreciéndole mi apoyo incondicional y que el saber esto me hacía amarlo más aún, pues siempre he creído en el destino y en los mensajes que nos envía la vida.
Fue entonces que por medio de él tuve que hacerme la prueba, cuyo resultado fue positivo. Desde entonces mi vida ha cambiado, sobre todo mi manera de pensar y de ver la vida. Quizás esto es algo repetitivo, pero es lo que siento. Desde mi visita al médico con la confirmación del diagnóstico hasta la entrega de toda una serie de exámenes regulares, he bajado de peso. No por la enfermedad, obviamente, sino porque perdía el apetito solo pensando en esta nueva condición que tengo.
Ya llevo un par de semanas tomando tratamiento y he sufrido de constantes pesadillas, lo que es normal según me dice mi pareja, pero siento la necesidad de hablar con alguien sobre su experiencia y sobre su vida post diagnóstico del VIH.
Sí, es posible que algunos(as) se pregunten por qué no lo hablo con mi pareja. Pues él tiene el VIH desde el año 2016 y él ve esto ya como normal. Ojo, no digo que para mí sea anormal, solo que como recién estoy experimentado todo este proceso no logro sentirme tranquilo y por ende busque información en internet y escribo acá. Agradezco si me leen.