En el momento en que me hicieron los exámenes no sabía mucho sobre el VIH y no sabía de la existencia del periodo de ventana. Lo cierto es que estaba muy feliz por los resultados negativos de mis pruebas y continué con mi vida cotidiana común y corriente.
Sin embargo, después de unos días presenté inflamación de ganglios en la ingle, sudoración nocturna y –lo más increíble para mí- pérdida de peso. El cuerpo es sagrado y te avisa cuando algo no está bien. Esperé los tres meses recomendables y hoy recibí (después de 15 días de trámites en el centro de salud) mi prueba confirmatoria de VIH positivo.
Tengo mucho miedo de enfrentar todo lo que viene, más por el roce social que significa esto en mi país. Tengo 26 años y soy empleado público del Estado. Espero que me vaya bien con el inicio de mi tratamiento antirretroviral, que será la otra semana.
En lo que respecta a mi familia, está seriamente preocupada por mi estado de salud y no les diré nada por el momento. Siento que he decepcionado a mi mamá, ella está muy preocupada por mi salud, aunque no sabe qué es lo que está pasando. Ella es mi ángel y me ha cuidado mucho por mi estado de salud. La vida me ha premiado con ella, soy el menor de mi casa, con dos hermanas mayores. Siento que he decepcionado a todos, aunque así mismo debo responsabilizarme de mis actos inadecuados. Saludos a todos y espero volver a escribirles cuando inicie mi tratamiento antiretroviral.