De alguna forma, a todos nos da duro la noticia: dolor, angustia, nervios y malos pensamientos pero es normal… Nos estamos convirtiendo en pacientes crónicos.
Debo ser sincero y decir las cosas como son. También a mí me resultó difícil afrontar está condición, no poder llevar una vida relativamente normal. Pero qué más da. Es lo que nosotros mismos, por cualquier motivo nos buscamos.
A cualquiera que esté leyendo esto y apenas esté iniciando está etapa, le deseo mucha fuerza y voluntad de querer progresar en la vida porque el VIH no te hace menos. No te des más golpes de pecho, no te sientas asqueroso porque en algún lugar habrá una persona que no tenga un diagnóstico y que no le importe eso.
Estoy totalmente enamorado y, sin embargo, a veces me agobio. Es normal, eres humano solo tienes una condición que da miedo por la historia que ha tenido el VIH y por la discriminación de las personas.
Los tabúes existen y en el mundo estamos. Sean fuertes, beban mucha agua y tómense su tratamiento correctamente. Los efectos secundarios solo son mentales y al inicio es duro. Sí, lo sé, pero vuelvo y te insisto: tú vales mucho, seas mujer, hombre, joven adulto…
Si lo quieres ocultar, hazlo. Si lo quieres decir, hazlo. Tú no tienes por qué dejarte acoplar por las personas que ven el VIH como un virus de muerte.
Cuídate y hasta el próximo 19 de diciembre.