En 1998, empecé con la triple terapia (Crixivan, Zerit y 3TC). Como tenía secuelas del AZT, me bajó la hemoglobina media y tenía la bilirrubina alta por el Crixivan. El cuerpo no lo resistía y caí en fase de sida de nuevo, con candidiasis esofágica y neuropatía periférica. También el esófago se me estrechó. A raíz de eso, me quedé con un peso de 30 kilos. No tengo tendencia a estar gordo, en ese tiempo pesaba 50 kilos.
Salí del hospital porque el médico me envío a casa para morir. La estrechez del esófago me obstruía hasta la ingestión de agua. Pasaba entre ocho y diez días sin comer nada. Estuve dos años comiendo puro líquido. Por este motivo, me hacían unas dilataciones esofágicas. Me introducían la "camarita" para ver cómo estaba el esófago y después lo dilataban con unos tubos; eran cinco, por el tamaño. Cada quince días, realizaban el mismo procedimiento. Estuvieron dos años y medio.
Gracias a mi Dios, a mi mamá y a mi voluntad de querer seguir viviendo, continúo vivo y puedo ingerir comida sólida y caminar bien.
Esto no me va a matar. Seguiré adelante. Trabajo en una ONG de VIH como orientador y operador de línea de auxilio en VIH. Asimismo, ofrezco apoyo en un hospital de la localidad, en la sección de tratamiento antirretroviral, realizando orientación sobre el VIH. Para que vean que no nos debemos dejar vencer por el virus.
Chao y que Dios les bendiga.
Gracias.