Os comento que, aunque tenía información y sensibilización con el tema y los afectados antes de ser diagnosticado, también fue un duro golpe, pues la noticia me llegó en un momento en que estaba preparando los exámenes de unas oposiciones para trabajar con el Ministerio de Exteriores en la Cooperación Internacional; al mismo tiempo, me tenía que examinar de las pruebas de un máster y de otro examen para conseguir una beca de trabajo con la Junta de Andalucía.
El caso es que, cuando me dieron los resultados, me enfrenté por primera vez en mi vida a un gran miedo, que todos nosotros compartimos; pensé: tanto esfuerzo en mi vida y todo un futuro prometedor por delante para luego tirar la toalla por el resultado de los dichosos análisis.
Aun así, a los dos días de recibir las analíticas, me presenté al examen del máster, a los cinco días, a la oposición de la Junta y a las dos semanas, a la oposición del Ministerio. Para mí, fue muy difícil conciliar el trabajo en el centro de drogodependientes, concentrarme en los estudios y afrontar el primer gran drama que me sucedía en mi vida. Pero decidí continuar y, gracias a ello, saqué sobresaliente en la nota final del máster y tuve que decidir si quería trabajar con la Junta o con el Ministerio en el exterior, porque aprobé las dos oposiciones.
Actualmente, tras nueve meses del diagnóstico, con 500 CD4 aproximadamente y sin seguir tratamiento, me encuentro trabajando en Centroamérica en proyectos de Cooperación al Desarrollo. Además, estoy viviendo una bonita experiencia con un compañero del trabajo que sabe de mi situación y me acepta.
Es cierto que "no es oro todo lo que reluce", porque yo mismo también he compartido y comparto miedos que a todos nosotros se nos pasan por la cabeza, pues esta enfermedad toca pilares tan claves de la vida como son la muerte y la sexualidad. Mi familia tampoco sabe nada, aunque con mis amigos lo compartí desde el principio y me apoyaron mucho. Creo que si alguien te quiere de verdad, siempre te aceptará, y si no te acepta por esta situación, es una buena forma de quitarte una relación que, de todas formas, no te llevaría a ningún lugar.
A pesar de que en el país centroamericano donde vivo (altamente empobrecido) es muy fácil contraer diarreas e infecciones intestinales por el tipo de alimentación, es preciso prestar, tanto aquí como en España, mucha atención a los alimentos, al ejercicio físico y a la práctica de alguna actividad que nos reporte bienestar físico, emocional, mental y espiritual. Personalmente he optado por el yoga, el reiki y la meditación, los cuales también os podrían resultar beneficiosos.
Esto junto al seguimiento médico adecuado quizá pueda hacer que continúe saboreando mi vida, pues he decidido que no he nacido para amargarme sino para seguir aprendiendo de todas las circunstancias que aparecen en la vida.
Os deseo enérgicamente mucha fuerza y ánimo, y espero que en vuestros corazones no se apague lo que os hace sentir vivos, pues todos/as estamos a tiempo. Tal vez enfrentar esta enfermedad en sus momentos buenos y malos nos haga desarrollarnos como mejores personas; por ello, os animo a que sigáis construyendo todo lo que soñasteis, pues, al final, vivir o morir lo hacemos todos/as, pero disfrutar la vida aceptando lo difícil es un trabajo de enriquecimiento que no para todos nos es fácil; por este motivo, mucho ánimo y muy buena "vibra" para seguir enriqueciéndonos por el bien de nosotros mismos y, por lo tanto, del colectivo.
Posdata: Mis mayores miedos y mis mejores conclusiones para afrontar la situación los he tenido en los momentos que más he enfermado, y aquí, mi estómago anda muy "delicao" (bastantes diarreas). Escuchar los miedos es una buena oportunidad para identificar aquello que nos paraliza y generar nuestros mecanismos para superarlos.
Os quiero.