El 3 de marzo desde la obra social (que gracias a dios la tengo) me mandaron a hacerme otra carga viral y el conteo de CD4. Es increíble, la carga bajó a 18.000 y mis CD4 están en 585. El médico me explicó que no es necesario empezar un tratamiento de VIH.
En el transcurso de mis estudios médicos otro virus dio reactivo, el de la hepatitis B. Exactamente tuve una coinfección por dos virus que según mi médico son como primas hermanas.
Realmente es muy duro enterarme que padezco de dos infecciones. Lo bueno es que la hepatitis B es aguda, no es crónica aún y puedo tratarla y no verla más. Es por eso que mi primer carga viral dio tan alta. Porque tenía dos infecciones que me comían las defensas.
Por suerte y gracias a dios estoy sin síntomas patentes. Solo siento cansancio algunos días. Mi médico me recomendó que empiece el tratamiento ya que algunos de los antirretrovirales para el VIH también me tratan la hepatitis B. Es decir, si fuera por el VIH no necesito aún empezar un tratamiento, pero voy tratar lo otro y así evito que se vuelva crónico y puedo descartarlo.
Estoy a dos días de empezar mi tratamiento. Sí, tengo miedo de cómo reaccionará mi organismo a todo esto, pero siento la necesidad de sentirme bien, de poder seguir cumpliendo metas y alcanzar mis sueños. Según mis médicos estoy bien, mi hígado y mis defensas están bien y no hay de que alarmarse, pero el miedo siempre está.
Quería compartirles por todo lo que pasé estos dos últimos meses. Es muy difícil para todos los primeros meses. Pensás todo el tiempo en qué pasará.
Lo único que puedo decirles es que los médicos que me están tratando tienen la seguridad (y me la trasmiten todo el tiempo) de que hoy los tratamientos son muy efectivos y todos podemos vivir igual que una persona no infectada. Podemos enamorarnos, seguir trabajando o, en otro casos conseguir trabajo. Es decir, seguir caminando por este camino al que llamamos “la vida” tranquilos. Únicamente con una enfermedad crónica que en mi caso solo requiere tomar dos pastillas a la noche.
En muchos casos después de un tiempo de tratamiento llegan a ser indetectables y anulan por un buen tiempo el tratamiento lo cual es genial.
Vamos gente, podemos vivir una vida normal. Todo depende de nosotros y de empezar a hacer las cosas bien para nuestro día a día.
Todos los días será una guerra ganada. ¡Ya verán!