He llegado hasta aquí porque todo este tiempo lo he sufrido en silencio y necesito contarlo y sacarme esta angustia que vive conmigo. Aunque mi familia lo sabe y mi hija también, no dejo de sentir angustia emocional. Estoy muy bien de defensas, las tengo muy altas, y estoy indetectable. No me quejo y, dentro de lo que cabe, soy más o menos feliz.
Tengo mi trabajo y estamos las dos bien de salud, pero han sido unos años muy duros, llenos de confusión e incertidumbre, y sobre todo de temor, aunque si te aferras a la vida, es más difícil que puedan contigo.
Hoy por hoy, sigo teniendo miedo, y por eso tengo la necesidad de que alguien me entienda, de sentirme apoyada y saber que no estoy sola con esta pena.
Muchos besos a todas las personas que me leen y muchos ánimos.
Saldremos de esto.