Recibí el diagnóstico [del VIH] hace 6 años. Hoy tengo 28 años y más que compartir mi historia, quiero darles palabras de consuelo a quienes se vienen enterando de que tienen esta infección.
Mi infectólogo esperó alrededor de 6 meses después de la comprobación de la prueba, luego comencé a recibir tratamiento y tener constantes visitas al médico. Era agotador, pero ya llevo 5 años con tratamiento y vivo mi vida como cualquier persona.
Al comienzo tuve miedo a la discriminación y al rechazo. Creía que no podría tener una vida normal nunca más. Mi mundo se había destrozado, no tenía seguridad en que podía confiárselo a mis personas cercanas.
Pasé por una crisis emocional, pero sabía que el equipo de infectología tenía una sicóloga y mi mejor decisión fue acudir a ella, quien me dio consuelo y valor para darme cuenta de que el que te ama, te ama con todas tus cargas y si no lo hacen claramente no era un amor sincero. Y tal como me dijo: “las personas son pasajeras, las que te quieran se quedarán y en el camino encontrarás más personas en tu situación” y es cierto.
En el trabajo me hice un amigo que un día vio mis medicamentos y me contó que él sabía para qué eran porque también los tomaba. Eso me ayudó a darme cuenta de que no era la única y, bueno, después de que acepté mi condición se lo conté a mis mejores amig@s y se resultó un alivio quitarse ese peso de encima. Tenía miedo de que se alejaran o les diera asco, pero no fue así… ellos se quedaron.
A medida que fui tomando más confianza y seguridad me armé de valor para empezar una nueva relación amorosa, desde el comienzo con sinceridad. Claro, la reacción de mi pareja en ese entonces fue un shock para él, no conocía nada acerca del tema, pero me escucho y entendió que no era mi culpa padecer de esto. Le tomó poco tiempo entenderlo y hasta hoy estamos juntos y él sigue siendo seronegativo.
Aún no planificamos tener hijos, quizás cuando estemos listos. Se puede ser padres padeciendo la patología, también tuve miedo de nunca poder ser madre, aunque ahora no está en mis planes… en algún momento sí lo quise. En el ambiente laboral no están obligados a contar su diagnóstico.
PS: Me infecté a través de una expareja, que conocía su patología y no fue sincero desde el comienzo. Esté de más decir que ninguno de los dos usó protección cuando teníamos relaciones. Me enteré después de 3 meses de relaciones sexuales con él y, como muchas personas, también pensé: “a mí no me pasará”.
