Al principio, creí que todo se acababa, pero con el paso del tiempo y a medida que me informaba más sobre el tema, empecé a ver las cosas de modo diferente. No fue gratis, por supuesto.
Me enfrente a una toxoplasmosis cerebral que me dejó algunas secuelas. Éstas han mejorado, pero la enfermedad me apartó del mundo laboral.
Hoy en día, cobro una pensión, estoy terminando la carrera de Psicología y tengo muchos planes para el futuro.
Lo único que verdaderamente me molesta es la soledad afectiva.