Él es actualmente VIH negativo y, en ningún momento, me ha dado la espalda, más bien todo lo contrario: Si antes se preocupaba por mí, ahora lo hace el doble.
No he sentido discriminación debido a esta enfermedad: no se la consiento a nadie. Me considero como mínimo igual que las otras personas y me siento bien de ser buen hijo, buen hermano y buen amigo. También creo que soy buena persona y buen trabajador. Pienso, asimismo, que soy muy cabezota.
Mi vida ha cambiado desde que adquirí el VIH. Ahora valoro lo que veo y lo que hago y me cuido, cosa que antes no hacía. En cuestión de semanas, volveré a mi puesto de trabajo, ya que pienso: "¿Sí los jóvenes no levantamos el país, quién lo va a hacer?". También espero volver rápido al gimnasio, y sí no puedo levantar 50 kilos de peso, podré levantar 30. Además, yo sí pienso en positivo y confío en la cura próxima del VIH.
Confío en mí y en mi futuro. ¿Que tengo una enfermedad crónica [VIH]? Pues bueno, otros tienen diabetes u otras dolencias…
Fuerza amigos. Un saludo.