Me casé mal casada, tuve un niño y una niña, luché siempre por rehabilitarme y, por ellos, no pensé nunca en mí.
Hoy –en estos momentos–, quiero huir de todo aquello por lo que creía que tenía que luchar, y deseo, o mejor dicho necesito, ser egoísta y empezar a pensar en mí.
Os tengo que dejar, pues no estoy sola.
Besitos