Posteriormente de participar, sin acordarme por completo de lo sucedido, me desperté 72 horas después y se me comentó que había tenido una intoxicación por drogas, cosa que de mi parte nunca consumí en mis cabales y que además sufrí de abuso sexual y trauma craneoencefálico, por lo que posteriormente en diciembre del mismo año me sometí a una batería de exámenes. No salió nada fuera de lo común, todo en orden y en junio nuevamente todo normal.
Sin embargo, en setiembre del año posterior al accidente (del que no recuerdo absolutamente nada, gracias a Dios) presenté una inflamación de ganglios por lo que nuevamente se me practicó una serie de exámenes y salí positivo. El mundo se me vino otra vez encima. Lloré junto a mis padres, pero tuve una buena contención en el sistema de salud, un excelente psiquiatra y terapeuta.
Posteriormente me casé, concluí mis estudios universitarios y actualmente laboro en el área de salud de mi país. Nos sometimos a un lavado de esperma y gracias a ello logramos tener hijos sin el VIH. Convivo con una maravillosa mujer que me amó con esta condición de vida y me sostieneen mis momentos más oscuros, es mi pilar ya que mis padres faltaron.
Solo mi señora y los médicos tratantes saben lo que tengo, aunque me da mucho miedo que amigos o compañeros de trabajo se enteren y sufra rechazo. No obstante, a la vez sé que debo pensar solo en mi familia.
He logrado perdonar, pero no olvidar por lo que no proceso y no tolero ninguna droga ilícita.