Testimonio: Pensamientos y sentimientos

Chileno Men

¿Qué será de mí?, ¿cómo dimensiono todo esto que está pasando?, ¿me juzgarán? Quizás la gente se reirá de mí. Yo sabía que esto podría pasar…, pero pensé que a mí no me pasaría. Siento un gran temor, nada es lo mismo desde aquella tarde en que todo ocurrió, mi mundo cambió bruscamente y todo se derrumbó, ya no puedo volver atrás, y si renuncio contra la vida…
 
Tengo un gran temor porque no me di cuenta de lo que amaba con toda mis vibras, aquello que siempre quise y rehuí sin querer enseguida… Fue un fuerte impacto y mis lágrimas no son suficientes para borrar esta herida. Espero no perder a mi familia y a mis poc@s amig@s; no es mi voluntad.
 
Quiero llorar, gritar, escaparme de aquí, me siento tan solo. Todo en mí tembló cuando me enteré del horror. Les fallé a todós en especial a mí mismo. Mi cuerpo ya no lo veo igual, no quiero que me vean así me quiero morir…
 
Han pasado los días, las noches y me encuentro nuevamente frente al computador escribiendo estas líneas que me ayudan a desahogarme; pienso en mí, y en mis recuerdos, en los sueños que tenía, en la forma en que pensaba, lo indiferente que era. Siento mi piel seca, mi voz también. Quiero despertar de esta realidad, lo cierto es que no olvido nada, me duele el alma, todo está vacío sin sentido. Quiero aparentar que estoy bien pero no puedo esconder lo mal que me siento. Si pudiera despertar y encontrarme en otro lugar, quizás sólo deba resignarme a quedarme así.
 
Hoy que escribo esto pienso en ti más que nunca. No quiero mentir, no ha sido fácil comprender y controlar todo esto que siento. Pienso en ti con más intensidad, estarás siempre conmigo ahora que sabes la verdad. Mi vivir es una completa condición y el que estés junto a mí también lo es. Quisiera regresar en el tiempo y reconstruir esos momentos en que te herí y valorar esa entrega que me dabas, entregar eso que tanto me cuesta y que siempre me diste, el amor, que ahora entiendo todo lo puede. Aquel día lo viví y luchaste por mí; me di cuenta de que verdaderamente era a ti a quien amaba y, sabes, sentía que moría…
 
Miro a mi alrededor y sólo miento, incluso a mi familia. Aún no es fácil comprender, me cuesta sonreír porque lo hago fingiendo. Mis motivaciones se esfumaron y he perdido la esperanza, quizás estoy ya muerto. ¡Cómo quisiera desaparecer y enterrar ese secreto que tanto me daña y que no puedo revelar! ¡Si tan sólo Dios me orientara, me guiara! Pero me abandonó y me duele en el alma…
 
Mamá, te amo tanto… Me estoy secando por dentro y no quiero que pase, pero, ¿cómo hago si no puedo decírtelo? Siempre he luchado por conseguir mis objetivos y darte un mejor pasar, tú lo sabes; siempre he luchado por ustedes mi familia que tanto amo. No sé si puede aguantar por tanto tiempo, no lo sé. Recuerdo cuando de pequeño me llevabas al jardín de la mano; yo jugaba con tu sombra, la pisaba, tú me decías que te dolía, sólo recuerdos…
 
8 de octubre de 2006: me quiero morir, nada ha cambiado, me estoy apagando, lloro y lloro y este dolor no cambia ni se borra. Me siento tan sólo, tan vacío, nadie está preparado para enfrentar esto… Sueño en que me llamarán y dirán: “Hubo un error”; sueños que se convierten en pesadillas de las que me despierto y me doy cuenta de que mi realidad es peor.
 
Tuve un sueño, estaba en casa de mi madre, salí al patio, la noche estaba estrellada con algunas nubes y una luna grande y brillante. Había en el cielo un objeto, algo que no lograba distinguir por lo que me acosté en el suelo en posición contraria (hacia el sur) y pude ver un reloj inmenso de metal con números romanos; creo que marcaba las 23:00h.  Desperté… ¿Significará algo o es sólo un sueño?
 
Sé que no he sido lo que esperabas, que siempre estuviste ahí cuando más lo necesitaba; sé que me acompañabas en mi andar y no demostraba nada. Cometí un error de ésos que te queman el alma y te destruyen por dentro y por ello sólo me lamento porque ni siquiera tu perdón borraría lo que pasó y sé que no lo merezco; nada es suficiente para reparar el daño, es mi martirio. Hoy me doy cuenta de que ya no soy el mismo, para mí todo cambió. Tengo tanta pena, no imaginas cuanto; tengo un dolor tan grande en mi corazón, me siento tan solo, tan vacío, siento que no valgo nada, sabes, me estoy secando, no tengo ganas de nada, me estoy hundiendo, me quiero morir, lloro y lloro por mí, por lo que pude haber sido y no fui, por todo aquello que quería lograr y no conseguí. Lloro por que Dios me abandonó, lloro porque nunca estuvo ahí, porque viví una vida de esperanza que se esfumó. Me dices que no me escuchas, que hablo muy bajo, es cierto, me cuesta sacar palabras incluso para ti, me quedo en casa donde solo soy yo, donde nadie me juzgará ni me criticará…
 
No quiero que me veas así, no quiero que la gente me vea, debo alejarme de todo y todos, debo fortalecerme, debo curarme de este dolor que me agobia, tengo que salir del hoyo en el que me encuentro. Estoy tocando fondo y no me quiero quedar ahí, no es justo para ti es por eso que no te quiero hacer parte de mi desgracia, trataré de buscar la forma de ausentarme…
 
Te quiero demasiado como para que sufras o pases lo mismo que yo y entiendo tu molestia, créeme, entiendo tu sentir, pero hoy no quiero luchar quizás, tal vez mañana, no lo sé.
 
15 de octubre de 2006: me siento bien, haber llorado aquel día me ayudó enormemente. Tengo ganas de hacer cosas y eso es bueno, antes pensaba sólo en morir. He observado a mi alrededor, a mi gente, ésa que me rodea a diario y me pregunto “¿Serán felices?”. A veces creemos que nuestros asuntos son lo más importante y difícil y cada vez me doy cuenta de que no es así, siempre hay situaciones peores. Las personas en general no están preparadas para entender y aceptar cualquier situación que se escape de la norma: yo no lo estaba del todo. 
 
26 de octubre de 2006: salgo de mi casa con la esperanza de que será un día mejor. Veo gente por todos lados, no se parecen entre sí, caminan sin parar con un destino que al parecer no tiene final. Poco a poco a veces se pierde la fe y la voluntad son ell@s, l@s de siempre… l@s que están en el camino. Sentía que perdía, que no encontraba, que ocultaba, encerrado sin saber adónde ir… sigo buscando. 
 
29 de octubre de 2006: y sigo aquí… sigo buscando…
 
31 de diciembre de 2006,  23:13h: espero que pase el taxi que me llevará a cenar con mi familia. Mientras espero, me invaden un sinfin de recuerdos, recuerdos que no olvidaré, vivencias que me trajeron alegrías, penas y una de ellas la peor, porque me hizo morir en vida. 
 
19 de febrero de 2007: leo atentamente cada una de las líneas que escribí, ¡qué recuerdos! Lo cierto es que después de seis meses que me confirmaron que vivo con VIH me siento bien de salud, con fuerza, entereza, con mucha energía, fe y esperanza, con ganas de vivir, de seguir con los planes que creí haber perdido.
 
Nadie lo sabe aún y espero que nadie lo sepa es un secreto mío y de alguien a quien amo…
 
Es un camino largo por recorrer, debo ver al médico, ver en qué situación estoy. Felizmente en mi país existe una cobertura de salud llamado Plan Auge, lo que te permite acceder a tratamientos y exámenes a un valor mucho menor y más accesible.
 
Sólo me resta dar gracias por esta oportunidad de expresar lo que sentimos y pensamos.
 
Fuerza y ánimo en esta lucha y recuerden sonrían siempre a la vida porque ésta siempre les sonríe.
 
Dios l@s bendiga.

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