Sin embargo, desde hace un mes para acá me atacó una fuerte neumonía y justo en ese momento pues no me tocó de otra que hacerme el examen y confirmar lo que ya sospechaba…
Tengo una pareja estable desde hace 8 años y supongo que él también está infectado aunque no presenta síntomas. Él me apoya y ha estado conmigo en este duro proceso de adaptación. No sé cómo me infecté y honestamente no me voy a matar la mente pensando en eso.
Llevo una semana tomando los medicamentos antirretrovirales ya que a anteriormente estaba tomando el tratamiento pero para la neumonía crónica que tenía y no ha sido fácil. Tiene efectos secundarios que te debilitan, te dan nauseas, vómitos, te sientes cansado… pero me dicen que eso es mientras mi organismo se adapta al tratamiento y que ese proceso dura como los primeros 8 días.
Cuando tuve neumonía duré hospitalizado 3 semanas de las cuales no podía levantarme de la cama porque no tenía fuerzas y, aparte, dependía de una bombona de oxígeno ya que mis pulmones estaban súper congestionados.
Hoy en día ya me levanto de la cama y puedo respirar mejor. Aún siento agotamiento, pero es cuestión de ir haciendo ejercicios para ir adaptándome.
Gracias a Dios cuento con el apoyo de toda mi familia. No quería que ellos se enteraran de mi enfermedad, pero la verdad que su apoyo ha sido de gran ayuda para mí, puesto que esta es una enfermedad contra la que tienes que luchar no solo por el virus que tienes en el cuerpo, sino con también luchar con tu mente.
Hay días en los que caigo en depresión que no me provoca nada pero pienso en mi familia, en mi pareja, en mi madre y eso me motiva a seguir dándole la batalla a esta enfermedad.
Todo está en la mente señores, no decaigan, luchen, no pierdan la fe, piensen que no son los únicos que están pasando por esta situación. Se puede vivir con VIH pero hay que tener paciencia y mucha fe.
¡Dios nos Bendiga a todos y nos permita seguir en este mundo por muchos años más!