Hace tres años que me lo detectaron. Mi historia comienza así: En el colegio fui buen estudiante y en la universidad lo mismo. Justo había planificado tener mi hijo a los 23 años con mi chica. Lo hicimos y nació mi hijo después. A los 6 días caí enfermo y fui al hospital. Me dijeron que tenía cáncer, pero resultó ser una enfermedad de las plaquetas. Comencé un tratamiento y volví feliz de ser papá. También tomé un montón de medicamentos, quimio, etc. Pero el tiempo pasó y me decían que mi médula ósea estaba dañada. Me pasaban concentrados de plaquetas y sangre.
Pasó el tiempo. A mis 29 años volví a la quimio, pero antes de eso me hicieron exámenes del VIH. Siempre salían negativos. Me decía que nunca iba a tener eso, porque yo iba del trabajo a casa o a ver a mi hijo hacer deporte. Tenía una vida tranquila y por quien luchaba era por mi hijo.
Resultó que un día, por el mes de junio, ya me sentía cansado y me faltaba el aire. Fui al médico. Mi actual enamorada me acompañaba cuando podía. Me dijeron que me internaban, puesto que no sabían qué me pasaba. Me hicieron exámenes del VIH y no me dijeron nada. Un día dejaron la epicrisis [documento médico con el diagnóstico] por allí y leí que tenía el VIH en etapa de sida. Reclamé como no tienen idea. Lloré porque no podía creer que me mandaran al psicólogo. Casi muero. Se lo conté a mi pareja y lloró. Pensaba que se habían equivocado. Me hice en otro sitio las pruebas y salió lo mismo.
Pasé tres meses internado, pero después, analizando cuando la doctora dijo esas palabras: que yo el chico al que se le transmitió por error el VIH, todo cobraba sentido. Era yo, ya que ni mi pareja lo tenía ni mi hijo ni la mamá de mi hijo. Actualmente tengo dos enfermedades crónicas. Me costó superarlo. La verdad es que guardo odio a los médicos por hacerme un gran daño. No sabía cómo tratar a mi pareja para que no le pasara nada. Terminamos.
Actualmente tengo a mi hijo, estoy indetectable, con una carga viral inferior a 34 copias. He buscado como no tienen idea una cura que eliminara todo residuo del VIH de mi cuerpo. No pierdo la fe. Lo que sí me volví es un amargado. Así, cuando se me acerca una chica, tengo miedo de que le pase algo, no quiero dañar a las personas.
En la actualidad, ese odio que tengo me motivó a seguir derecho para dedicarme en un futuro a ayudar a proteger a las personas para que no les pase esto que me pasó. Hoy, una doctora me ha dicho que hay una posibilidad de que desaparezca el VIH de mi cuerpo, que toca probar a ver qué pasa. He buscado una cura como no tienen idea, para poder llevar una vida normal, sin miedo de dañar a las personas que amo. Confío en Dios.
Quiero decirles que somos lo mejor todos. Dios pone sus pruebas a sus mejores guerreros y somos nosotros. Vamos a ver qué pasa. Me ayudaron mucho los antirretrovirales y voy a funcionar con esa medicina. No pierdo la fe, ya que, si no hubiera sido por esto, no estaría siguiendo derecho. Luchen, no se rindan. Si funciona, les haré saber.