Ella está de manera ilegal aquí en Colombia, o sea, no tiene el permiso especial. Desde ese día me mandaron a hacer el examen a mí, pero por falta de recurso no he podido realizármelo. No obstante, suponemos que tengo el virus también.
Cuento esta historia porque he visto que los primeros días en que mi esposa se ha tomado los antirretrovirales ha tenido vómitos, mareos, dolores, pero ya gracias a dios se le han bajado esos síntomas.
Espero pronto estar en tratamiento y poder seguir viviendo nuestra vida como la hemos llevado. Es bastante confortante desahogar de este modo ya que nadie de nuestra familia sabe de esta situación.