Mis padres siempre han estado ahí por mí

Paul

Mi nombre es Paul y desde el año 2014 sé que soy VIH positivo. Toda mi vida he sido gay y he sido bastante promiscuo. Recuerdo que a los 10 años ya tenía relaciones sexuales con mis familiares. Lo raro es que no recuerdo con quién fue mi primera vez.

Desde los 13 años he tenido la idea de estar infectado con VIH. Los videos de educación sexual del colegio tampoco eran de tanta ayuda y solo alimentaban el miedo a la prueba de Elisa.

Durante muchos años seguí acostándome con desconocidos de diferentes edades. Siempre sentí un gran vacío, siempre pensé que nadie me quería y, como dije, siempre me sentí enfermo.

A los 26 años sentí la necesidad de saber mi estatus y pues lo que sospeché era cierto. La prueba de Elisa y la WB corroboraron mi mayor temor.

Desde ese día mi mundo se vino abajo, pero no todo fue para mal. Por el mismo hecho que ya había sufrido psicológicamente durante años no fue mucho el dolor. En realidad sentí un gran alivio por saber finalmente qué tenía. Lo que más pena me daba era pensar que si moría dejaría a las personas que más quiero (mi familia) y les haría un gran daño.

El secreto lo guardé durante 2 semanas. Luego de eso no aguanté más y terminé por confesarles a mis padres que tenía el VIH. Gracias a Dios mis papás siempre han estado ahí por mí, me ayudaron cuando me dio herpes zóster y siempre han estado cuidando de mí, siempre siendo  mi sustento.

En la actualidad me encuentro pasando por un cuadro viral (creo), me salieron manchas rojas por todo el cuerpo, las cuales se expandieron hasta cubrir todo, he tenido fiebre por 3 días de más de 40 grados. Lo que me da más pena es ver a mi mamá sufrir. A veces me pregunto si más que una bendición he sido una maldición que vino a arruinar la felicidad de mis padres que, si bien es cierto que no son perfectos, son buenas personas.

Me siento solo porque no tengo amigos. No tengo con quién compartir este dolor. Solo me gustaría poder ayudarlos, ser útil. Lo hecho, hecho está, solo espero no causarles dolor ni a mi papá ni a mi mamá.

No tomo antirretrovirales porque tengo miedo de los efectos secundarios, creo que es hora de empezar. Tengo mucho miedo, pero no tengo miedo a morir, tengo miedo a ver sufrir a mis seres queridos. Gracias por tomarse su tiempo y leer mi historia.

Deja un comentario

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD