Siempre me cuidé, toda mi vida, pero por una relación con una "amistad" contraje el virus. Ya no culpo a nadie, lo hecho, hecho está. Desde que lo padezco, me siento solo. No quiero decírselo a nadie porque temo el rechazo. Me he alejado de mis amigos y ni si quiera me atrevo a cambiar de trabajo por miedo a que las empresas me obliguen a hacerme el test de VIH y me rechacen solo por ser portador.
Doy gracias a Dios de no haber infectado a nadie, creo que me pesaría mucho ese hecho. Estoy indetectable y me cuido más que nunca. No he vuelto a tener sexo con nadie ni tampoco quiero tenerlo, realmente no me interesa el sexo, aunque digan que igual se puede vivir plenamente el sexo. Tampoco me interesa tener pareja. Solo quiero y anhelo que algún día podamos curarnos.
No estoy deprimido, pero tengo cambios de humor, hay días que estoy optimista y eufórico, otros que estoy con los ánimos por el piso. Muchas veces me olvido de que tengo el VIH porque me siento muy bien de salud. Pero tengo muchos temores… temo viajar, temo acercarme a mis amigos, temo postularme a empleos, todo por la discriminación.
En este momento temo que me falten mis antirretrovirales por la propia situación que la Argentina está pasando. Me siento como condenado.Muchas veces he pensado en dejar de tomar mis medicamentos porque en cierta forma me cansan, pero creo que todo está en mi mente, creo que no he salido todavía de la etapa del dolor de que tengo un virus mortal controlado por el resto de mi vida, pero sigo adelante.
Quisiera poder contactar con amigos que estén pasando por lo mismo. No importa si es mujer u hombre, como les comenté, no me interesa el sexo ni tener pareja en lo más mínimo. Solo quiero estar rodeado de gente que esté pasando por lo mismo que yo y me entienda y poder escucharla también. Solo alguien que lo padece [el VIH] me podría entender.
He leído por ahí que dicen que tener un cáncer o diabetes es peor, pues tal vez sea cierto, pero no existe este estigma. Una persona con diabetes lo puede decir libremente y nadie lo discriminaría, una persona con cáncer sentiría empatía. Pero alguien con VIH lo primero que dicen es sidoso y duele esa palabra. Muchas veces escucho a mi propia familia que hablan del tema y califican como sidoso o que tiene sida, y tal vez de forma despectiva. Yo me quedo en silencio, agachando la mirada y me pega fuerte.
El estigma es muy grande, duele más que la propia enfermedad. Soy de la Argentina y estoy viendo la posibilidad de irme a otro país, pero desconozco si podría tener acceso a los medicamentos. Quisiera también saber si alguno de ustedes se ha mudado a otro país para un mejor trabajo y poder empezar una nueva vida y si ha podido llevarlo bien con los antirretrovirales.
Gracias y bendiciones a todos.