Nos conocimos en la prepa, al final yo siempre fui su mejor amiga. Aún recuerdo nuestra plática en un salón donde cantó una nueva canción que quería practicar en el autobús para conseguir dinero. Luego me platicó su experiencia con un señor que conoció a través de una app de citas gay. A mí no me asustan esos temas, lo que sí me preocupaba era la frecuencia con la que él se encontraba con hombres, en su mayoría mayores que él, y a veces no se protegía.
Yo lo regañaba y él lo entendía, pero después el miedo lo cegó. Tenía pánico de saber si sus presentimientos eran verdaderos. Esa misma histeria provocó que no conociera su diagnóstico a tiempo.
Al leer muchas historias de esta página me alegra que hayan conocido su padecimiento a tiempo y que en su mayoría se estén tratando. Al final se están dando una oportunidad de vida maravillosa y, aunque duela recordar el motivo por el que se infectaron, es importante que orientemos a muchas personas, que se den cuenta de que el tema de protección no es un juego y que no se limita solo a evitar embarazos, que tener pasajes dolorosos de la vida, en algunos casos, lleva a decisiones equivocadas que cuestan demasiado.
Jamás dejen de buscar ayuda, jamás se rindan. Él ya no tuvo la oportunidad de terminar sus sueños, los cuales eran demasiados a sus apenas veinte años cumplidos, pero ustedes sí.
Les doy mi más profundo deseo de fortaleza, amor y felicidad.