Desde la aparición de las primeras combinaciones retrovirales, en 1996, ando medicado y paso controles periódicos a nivel hospitalario y pronto empecé a tomar conocimiento de la enfermedad, adoptando un rol de paciente activo, que ha modificado mi relación con el estamento médico en favor de un dialogo y el consenso.
Reflexiones
Llevando mi propia vida a la máquina del tiempo, en un momento en que quiero hacer un balance de lo vivido, constato que, a cobijo de toda una sabiduría adquirida y madurez manifiesta, la incertidumbre y la impermanencia, son los ejes de basculación de mi devenir.
Hijo menor de una familia, con dos hermanas y un hermano, espabilado, travieso y curioso que cursó sus años escolares hasta la Universidad sin problemas ni fracasos, veo alguien que pasó duros trances, se hizo navegante hasta llegarse a tierras lejanas y gentes con la avidez de los primeros descubridores.
Mis asuntos de salud han tomado protagonismo desde los 33 años, de tal forma que he incorporado mi muerte y todas las muertes como algo consustancial a la propia vida, asumiendo visiones menos trágicas propias del catolicismo culpabilizador.
He visto de cerca mi propia muerte, he tenido momentos de flaqueza en los que no deseaba seguir viviendo y lo he revertido a favor de una vida posible.
Las renuncias y dificultades son muchas y cada vez de más peso, viviendo un día a día con muletas y silla de ruedas, un hígado cirrótico… pero aun así sigo con una gran sonrisa, un humor omnipresente y una cabeza fuerte, que es como el general de mi ejército de vida.
Soy recibido con sonrisas, recibo halagos mil, tengo innumerables amigos que me admiran, entrego mi energía a todos, doy y recibo cariño, soy bienvenido allá a donde vaya, tengo 6 sobrinos y soy triplemente tío-abuelo.
Pienso también que, con 55 años y 56 a la vuelta, son tantas y variadas mis experiencias, que es mucho lo que ya viví, solo recojo momentos y gentes muy seleccionadas y no tengo más tarea que cultivar la paciencia hasta la extinción de mi karma, con la tranquilidad de dejar en herencia un buen recuerdo
Amor para todos.