Hace un mes que perdí a mi pareja debido al sida y la verdad es que estoy pasando por momentos muy difíciles, en cuadro depresivo, medicado y con terapia con tanatólogo.
Estuvimos 17 años juntos, ya hace 10 en nuestro hogar, conviviendo con ambas familias. Pasé los años más maravillosos con él y lo cierto que ahora me ha cambiado el color de la vida. No encuentro sentido.
Lo sigo amando, lo extraño muchísimo, es un infierno de dolor y hasta he deseado irme con él.
Vivo y respiro con profunda tristeza, si bien es cierto que quiero decirles a quienes están en situación de infectados que no se dejen amedrentar por la sociedad y los estigmas estúpidos. Mi compañero nunca quiso aceptar que era seropositivo, aunque ya lo sabíamos de años atrás.
Además, no he encontrado grupos especiales de viudos gais, para poder compartir y ayudarnos en este mundo, que aún nos quedamos y sin sentido.