Fue traumático, tenía miedo, vergüenza y todo eso que nos pasa por dentro. No entendía, ¿por qué a mí? Hoy digo: ¿y por qué no? Hacía mucho que tenía problemas en el estómago, iba al baño muy seguido, mi lengua a veces estaba amarga y pastosa, de color blanco, se me caía mucho el pelo y hacía muchísimo que no tenía sexo, eso sumado a que no me drogué jamás. Tampoco tomaba alcohol. Me hacía los análisis una vez por año, así que en lo que menos pensé fue en el VIH. Pensé en todas las enfermedades habidas y por haber, menos esa. Creí que era estrés debido a la muerte de mi madre.
En diciembre me iban a operar del pie y me pidieron los pre-quirúrgicos (como debe ser en toda cirugía) y ¡zas! uno de ellos me dio reactivo. ¿Lo demás? Es lo que pasamos todos. Yo me desmayé en la calle, lloré por meses, tenía miedo de todo, buscaba en mi cabeza los cómo, los cuándo, los por qué… Había leído tantas cosas que ya me veía como Tom Hanks en Philadelphia. ¡My God! Basta de mirar esa película. La ciencia avanzó. En el tiempo de esa película no existía nada de lo que tenemos hoy. Se puede quedar como Tom Hanks si sospechas que lo tienes y no te haces el análisis, por ejemplo, y te dejas estar, o si no haces un tratamiento, o si no te cuidas. ¡Pero ya nunca más Philadelphia! No te identifiques al menos con "su" estado en la película porque ya no es así.
Hacerte el análisis a tiempo también te va a evitar estar como él. En febrero 2018, a dos meses del diagnóstico, empecé mi tratamiento (tres pastillas). Iba a ser una sola pastilla, pero cuando le conté a mi infectólogo que sufría ataques de pánico, automáticamente me cambió todo el esquema, por eso ahora tomo tres.
Te recomiendo que si te pasa lo mismo, se lo cuentes al médico, porque tiene que ver mucho en la medicación para el tratamiento que te vayan a dar. En esos dos meses de angustia y espera de mis pastillas (por la mutua, o sea, obra social), busqué información, busqué grupos, busqué hablar con quien me entendiera, sin tantas preguntas, sin pensar que esto me había pasado por "puta".
Hasta que llegué a este grupo. No tienen idea del bien que me hizo y me hace. Entré contando mis miedos y hoy entro a alentar a los nuevos, porque te súper-entiendo. ¡Te cuento que, en 5 meses de tratamiento, estoy divina! Mi cabello no se cae más, aumenté de peso porque había adelgazado mucho. Mi estómago ya no molesta más, mi piel ha rejuvenecido, o sea que mi tratamiento funciona. Creo que si no lo hubiera respetado o hecho, no estaría acá. Así que si llegas a tener miedo por eso ¡no lo tengas más! No leas información falsa ni gente negativa que te asusta más. Confía en tu infectólogo, cuéntale todo, es quien cuida tu salud desde ahora, como un integrante de tu familia.
Te recomiendo (me súper-funciona) que hagas una hora de ejercicio al día. La caminata sirve. Toma suficiente agua para digerir bien la medicación y que pase perfecta, sin encapsularse en los riñones. Come sano. Yo dejé de fumar, no tomo alcohol, no me drogo, descanso bien, respeto la toma de la medicación siempre a la misma hora. Eso hace que mis defensas aumenten y el virus siga noqueado.
Te aseguro que si haces como hago yo, ¡vas a estar de diez! Si no te cuidas vos, no lo hará nadie. Cambiar el pasado ya no podemos, culparnos o culpar a otros, tampoco.
Acercarme a Dios fue y es mi bálsamo. Mi vida entera cambió y para bien. Sé que te pasará lo mismo, tengas la edad que tengas. La ciencia está avanzando mucho en este tema y pronto tendremos buenas noticias. ¡Dale! ¡Vos podes!
Gracias a los administradores y gente de esta página que me abrió las puertas y me acompañan en este camino desde diciembre. ¡Gracias y que Dios bendiga a todos!