Asumí mi condición homosexual a los 20 años, lleno de valentía y cuestionamientos, después de haber tenido relaciones amorosas con hombres y mujeres. Sin embargo, hasta el día de hoy no se lo he contado a mi familia. He tenido algunas historias amorosas sin mucha importancia, pero hace poco más de 7 meses llevo un pololeo ideal, con un hombre de mi edad, libre de tapujos, profesional, amable y de un corazón muy noble que me ha integrado a su familia sin dudarlo. Me siento amado y apoyado.
Hace unos 3 meses decidimos hacernos el test Elisa para descartar el virus, que a todo esto yo año tras año me hacía. Por situación de tiempo él se lo realizó primero y llegó a mi casa con el examen, cuyo resultado fue: "no reactivo". Acordamos que dentro de esa semana iría a la clínica y así fue, junto con otros exámenes de prevención me tomé este test.
Días después me entregaron los resultados y para mi sorpresa yo fui "reactivo", por lo que fue retenido para su confirmación. Posteriormente me pidieron una nueva muestra de sangre para la entrega del resultado final. El resultado que aún no he visto, que aún no he retirado, que por cobardía aún no conozco.
No se lo he dicho a nadie, sé que existen bajas probabilidades de que ese examen sea negativo pues el anticuerpo identificado en el examen netamente el cuerpo lo genera para combatir el VIH.
Sé que en Chile este tratamiento está cubierto y, gracias a Dios, tengo los recursos para poder cubrirlo si no fuera así. Pero mi mayor pesar es por mi novio. Cómo se lo digo, cómo lo enfrento. Me siento responsable de su salud, siento que su familia podría juzgarme por exponerlo a esta situación.
Claro estoy en que si a mi familia no le he contado mi condición homosexual, mucho menos sabrá que estoy infectado y eso lo asumo así y no tengo problema con ellos. Sin embargo, no quiero que mis amistades sientan pena por mí. Sería el primero de mi círculo en tener este diagnóstico.
Finalmente mi mayor inquietud es si de alguna forma mi empresa u otra empresa futura en la que pueda trabajar, podrían llegar a enterarse de mi situación o en examen de postulación por ejemplo pedirme este examen, esto lo desconozco y me inquieta. Además de los daños o síntomas secundarios que pudieran existir al comenzar con el tratamiento.
No he comentado de qué forma pude haberme infectado, pero estuve saliendo con un tipo un par de semanas. Él me contó que era portador indetectable, nunca tuvimos relaciones sexuales anales, pero sí sexo oral y tal vez con una herida bucal pudo haberse generado la infección.
Mi vida antes de esto era normal, pero día a día pienso en el tema y me da temor. A veces pienso en hacerme el tonto y negarme a la opción, seguir mi vida cómo ha sido hasta ahora y olvidarme del resultado sin retirar el final. Pero en otras ocasiones asumo que es riesgoso y que está en juego mi vida.
Lo que nunca he dicho es "Por qué a mí" siempre en pensado "Por qué no a mí" si no soy más que una persona normal. Y si a otro le pasa a mí también podría pasarme.
Si te diste el tiempo de leer este relato, lo agradezco.
Un abrazo
Ignacio