En el 2000, tuve como un brote de esclerosis, de modo que me convertí en minusválido a la fuerza, no sin rencor.
Antes era una persona vital y, con todo, lo sigo siendo. Hace poco, en marzo de 2009, me dio una estenosis, desencadenando un infarto cerebral, del que me voy recuperando bastante bien.
Descarto la esclerosis, pero no sus consecuencias. No me fío de los médicos ni de las medicinas. Continúo sintiéndome solo y únicamente siento que me falta el amor de una mujer que me comprenda.
Si alguien lee esto y quiere hablar o lo que sea, sin dramatizar, que me escriba.
Lo agradeceré como bien pueda.