A raíz de esto intimamos un par de veces sin preservativos, pero nunca hubo contacto con algún tipo de fluido porque claro, él sabía que tenía el VIH y no me quería transmitir el virus.
Cuando me lo contó sentí pena. Sentí decepción, rabia, confusión, sentimientos que no hacían más que hundirme en la tierra, ya que cabía la posibilidad de que yo también fuera portador aun cuando esto lo conversé con él, para evitar esa situación. Por lo mismo le pedí los papeles médicos correspondientes para no encontrarnos con sorpresas en el camino.
¿Por qué lo hizo? Me dijo que por miedo, porque pensó que me alejaría, porque ni siquiera él asumía que tiene VIH, todo por haber llevado una vida inmadura, de excesos, y por dársela de inmortal guiándose por los impulsos del momento, sin usar el preservativo. Luego me contó que el tratamiento lo inició cuando empezamos a salir, ya que sus CD4 estaban bajos, y la doctora le dijo que al estar en pareja era necesario comenzarlo para reducir la posibilidad de transmisión.
Por mi parte me hice el examen, y salió negativo. No tengo el virus, pero aun así decidí seguir con él porque se dio cuenta del mal vivir que estaba llevando y de que yo no estoy para hacerle un daño ni algo por el estilo.
Me dice que conmigo tiene la oportunidad de crecer, de madurar, que yo le hago ver las cosas como realmente son y que nunca le había pasado eso con nadie. Me lo demuestra con hechos, me trata como rey, en ocasiones llego a pensar que de verdad nuestro amor es hasta de películas, ya que a pesar de su vida de excesos él no ha cometido ningún error durante el tiempo que hemos estado juntos. Ni siquiera nos conocíamos cuando había contraído el virus.
Confío en que es capaz de regalarme hasta las estrellas, pero no puedo evitar el acordarme del VIH entre tanta perfección y me duele el saber quién se lo transmitió, ya que este chico también se lo transmitió a un amigo cercano. Me siento inútil sabiendo que una de las personas a quien infecto es mi novio, por haber sido ingenuo, porque confió y se entregó del todo. Entregó lo más puro que tenía con la persona equivocada.
Me duele, todos los días. He llegado hasta a sufrir crisis de pánico por los pensamientos que llego a tener de lo involucrado que me siento con él. He llegado a llorar cuando se aproxima la hora en la que sé que debe tomar sus antiretrovirales.
No sé qué hacer, de verdad que él me da todo, me cuida, me dice que no va a dejar que nada malo me pase, que me va a proteger hasta de él mismo, y eso es lo que más me duele. El tener que cuidarme incluso de la persona que amo.
Siento que esta enfermedad es un constante recuerdo de que no todo puede estar bien, y me sumo en la tristeza, y la impotencia, porque a pesar de que he llorado junto a él diciéndole que me encantaría que no tuviera este virus, por otro lado él mismo me admite que él se lo buscó porque la vida le presentó las señales para cuidarse y no lo hizo, por lo que dice que yo soy su último llamado de atención para hacer las cosas bien y que no perderá la oportunidad. Por esto se esfuerza día a día en que nuestra relación esté de lo mejor y en enamorarme de todas las formas habidas y por haber.
Hemos sufrido tanto desde que me contó, porque debemos enfrentar los prejuicios de mi familia, del entorno, y mis constantes pensamientos sobre cómo se pudo haber evitado esa situación. Me pongo a pensar en cómo podrían haber sido las cosas y simplemente ya no son. Ya se dieron de otra forma y no se pueden cambiar.
Sentimos que los dos somos el uno para el otro. Hasta lo acompañé a su primer control después del primer mes tomando las pastillas, pero ya no sé… no quiero dejarlo, siento que lo tengo todo con él, pero necesito por favor que encuentren una cura para esto porque no quiero vivir día a día con el miedo de que la persona que amo, y que me ama, me puede producir un daño incluso de manera no intencionada.
Empatizo completamente con todos los lectores que sean portadores de este virus y con quienes tengan a su pareja seropositiva. Por favor necesito consejos, y escribo esto entre lágrimas. Estoy desesperado. No sé cómo dejar mis miedos de lado. Se me presentan sentimientos contrapuestos. Nunca me había enfrentado a esto antes, y me cuesta demasiado sobrellevarlo.