Al principio era todo escuchar sus lamentos día tras día. Y un día me dijo que quería estar conmigo. Yo pensaba que era muy mayor para mí, pero pensé bueno, una noche con él no pasara nada. Sí pasó. Empezamos a vernos todos los días y hablábamos cada vez más. Y empezamos a hacer planes mientras estaba con sus papeleos de la separación. En fin. Yo tenía un DUI puesto, pero eso no me frenaba para usar preservativo. Yo ya tenía un niño y su padre me abandonó según supo del embarazo. Y desde entonces tomo toda clase de precauciones para no quedarme embarazada más veces.
Pero este chico me enamoró tanto que, al año y poco, me convenció de quitarme el DIU y tener hijos. Bueno, después de muchos intentos, no me quedaba embarazada. Él tuvo un tiempo que se ponía malo cada dos por tres. Fiebres, diarreas, bronquitis, sudores fríos. Yo le decía que fuera al médico, que no era normal lo que le pasaba.
Cuando le decía al médico que le hiciera análisis, él me decía que no, que tenía fobia a las agujas. Y lo pasé por alto. Unos meses más tarde recibí un WhatsApp en que alguien me llamaba de todo menos bonita. Me decía que yo estaba igual de enferma que él. No entendí nada, contesté al mensaje y le dije que quién era y que por qué me mandaba eso. Para mi sorpresa, era la que se suponía que fue la mujer de mi actual compañero, teóricamente su exmujer. Y me dijo que llevaba un año y pico viendo a su marido actuando raro, que le cogió el móvil y vio nuestros WhatsApp y llamadas.
Bueno. Pues resulta que ella leyó desde el minuto cero que nos conocimos y me dijo que todo era mentira, menos las infidelidades, obviamente. Yo le pedí disculpas mil veces y que él sí me había llevado a hablar con el abogado y vi los papeles firmados y todo lo que leyó. Le pregunté porque me llamó enferma si yo sabía la versión de su separación, que eso no es de ser enferma si acaso una gilipolla por creer sus artimañas. Y ella me explicó que le están haciendo pruebas de todo tipo, ya que su ex estaba todo el tiempo enfermo y se adelgazó.
Me dijo que llevaba una semana y algo ingresado en el hospital -otra mentira que él me dijo era que se iba de viaje unos días con sus hijas para pasar más tiempo con ellas-. Hasta aquí bien todo, pero ya llegó un momento que me dije: Dios, cuántas más mentiras me quedan por descubrir…
Lo único que hice fue llorar por teléfono pidiéndole mil disculpas y suplicándole que me dijera lo que le pasaba. Ella me dijo que tranquila, que en cuanto supiera qué le pasaba me llamaba. Pasó una semana y media y sonó mi móvil. Era ella, me iba a dar noticias de él. Sabía que él para mí se había acabado, pero aun así lo amaba.
Total, que cuando me dijo un “hola” en tono muy seco y angustiado, le pregunté qué había pasado. ¿Estará bien? ¿no se habrá muerto?, pensaba, nerviosa como estaba. Y me preguntó que ahora mismo dónde tenía a mi crío. Le dije que en el cole y me dijo que vale, que a qué hora salía y que si tenía quien lo recogiera. Le expliqué que a la 16h y que sí que lo recogerían mis padres. Me indicó de quedar allí en el hospital. Yo ya estaba que me tiraba de los pelos.
Mi madre y mi padre no entendían ni media de lo que pasaba. Le dije a ella que llegaba en un rato. Cuando llegué al hospital, la llamé y bajó. Fuimos a una cafetería y ella venía con unos papeles en la mano. Yo, la verdad, es que no me imaginé qué era lo que me iba a enseñar o a decir. La pobre se echó a llorar y yo me sentía más culpable por todo lo que le hice sin saber la verdad de la historia. La mía era un cuento que él inventó. Él me dijo: “Mira mi niña” -mi niña me llamó, cuando la mierda de su marido le fue infiel conmigo-. Flipaba. Me dio los papeles y me dijo que estaba enfermo. Yo le pregunté qué le pasa y porque tengo que venir después de todo. Me dijo que estaba muy mal, con el VIH en fase de sida.
Leí los papeles y, efectivamente, su carga viral era una bomba de relojería, los CD4 lo mismo. Y las defensas… como era de esperar, estaba sin ellas casi. La mujer estaba infectada por el VIH también, bastante tenía ella ya. Yo me hice la prueba y dio negativo. Pero meses más tarde empecé con fiebres, diarreas, vómitos, escalofríos, dolores de muelas y de garganta, dolor en el pecho. Fui al médico. Lo sabía, estaba jodida ya. Me mandaron al hospital y por supuesto estaba infectada por el VIH. Me quise morir.
Le llamé y él me dijo que yo era una puta, que mira lo que le hice, que le dejé solo -¡Solo! Menudo cabrón-. Le dije que lo sabía todo y aun así me lo desmentía… Me dijo que él se separó por mí… Su mujer decidió separarse y denunciarlo. Yo vi que psicológicamente él no estaba bien. Decidí callarme y no decirle nada. Y de pronto él me decía que si yo me había hecho las pruebas. Le dije que sí y que tenía el VIH. Como había llevado los dos informes, le di el que no tenía valor ninguno.
Él me dijo que yo estaba obligada a estar con él y a infectarme como él. Nos tuvimos que mudar a otra provincia…. Él estuvo buscándome… Y al final me encontró y me dijo que si él se moría, yo me moriría con él. Cuando le miré y le dije que ya me había jodido la vida una vez, que no lo hiciera dos. Que mi vida ya no tenía sentido, que era una muerta en vida, que con 28 años y ya estaba jodida. Con un crío al que me daba miedo besar o dormir con él.
A día de hoy han pasado ya 4 años. Tuve que denunciarle porque me acosaba y lo fue contando a la gente. Tuve que decir que sí pero que mi estado era indetectable y que era más probable que la gente me pegara alguna infección antes que yo el VIH. La noticia llegó a los oídos del cole. Los papás y mamás hicieron vacío a mi niño. Tuvimos que irnos.
Ahora mis padres, mi hijo y yo somos felices en otra ciudad. Estoy con una persona. A día de hoy sabe que soy indetectable y me acompaña a mis revisiones y mis analíticas. Él es consciente de que no puedo transmitirle el VIH, pero yo tengo mucho miedo aún. Tanto, que le mandé hacerse pruebas porque un día, dándonos un beso, de pronto, me sangró la nariz (sangrar por la nariz me pasa con frecuencia desde pequeña), me di cuenta de inmediato, pero me dio miedo que se hubiera tragado sangre. Me dice que no quiere, que él está sano porque yo tomo mis pastillas y mi CD4 y carga viral están bien. Pero no sé que hacer ¿Qué me aconsejáis? Un saludo.