Decidí retirar los exámenes que me realizaron, que no me querían entregar ese día. No me dijeron nada solo me supieron decir que tenían que realizarme nuevamente los exámenes, los cuales retiré en una semana. Esa semana de espera se me hizo eterna, hasta que llego el día de retirar los exámenes.
Yo salía de mi trabajo amanecido y fui a retirar los resultados con dos muy buenas amigas que trabajaban conmigo. Ellas se quedaron en una sala de espera mientras que yo entré a una sala de consejería en donde me dieron el resultado.
En ese momento la vida se me vino al piso. Mis proyectos, mis estudios, mi vida… todo vi que terminaba. Lloré como un desesperado, no quería aceptarlo. Me tocaba salir y no sabía con qué cara ver a mis amigas. No soporté más y me derrumbé en brazos de ellas y me toco decirles.
Ellas me dijeron que siempre estarían a mi lado y así lo han hecho. Llegando a mi casa no sabía cómo decirle a mis padres, pero no aguante más y ese mismo día se lo dije. Fue un golpe duro pero hasta hoy lo sobrellevamos de la mejor manera.
Gracias a Dios sigo trabajando, mis jefes saben mi condición de salud y me quieren mucho. Mi familia me apoya y hasta el día de hoy estoy súper bien sano. Mis defensas están en las nubes y la carga viral es totalmente indetectable.
Me medico y les digo que la vida es bella y hay que seguir adelante, solo que a veces me siento un poquito solo, porque es difícil encontrar alguien para pareja, pero sé que en su tiempo llegará la persona indicada.
Así que a cuidarse y a seguir con pie firme. Saludos desde Ecuador.