Vi que me hice una herida y me tomó dos segundos comprender la situación y entrar en pánico. Lo que tenía más cerca fue un galón de antiséptico y me lo vacié sobre la herida, procurando que saliera sangre, o al menos así recuerdo. Corrí y tomé dos cepillos quirúrgicos, uno color blanco y el otro de color plata y me tallé la herida como si de eso dependiera mi vida, agregando antiséptico a la esponja.
Posteriormente me llené la mano con un producto que es un sustituto de lavado de manos quirúrgico y finalmente me acabé tallando también con una botella de un litro de alcohol de 70 grados.
Hoy es mi tercer día tomando un antirretroviral como profilaxis postexposición y tengo muchas cosas en mi cabeza. Realmente sólo quería sacarlo de mi pecho y sí, estoy muy triste. Tengo a mi novia, que ya lo sabe y me apoya.