Pues bien me casé hace 5 años y salí embarazada 3 años después. El médico me mandó hacer los análisis y gracias a Dios fueron negativos las 2 veces que se requieren en el embarazo. Cuando mi bebé tenía un año me separé de mi esposo, ya que descubrí que no era una blanca paloma. Me dediqué mucho a mi hijo y descuidé a mi marido, no lo niego.
Aun así decidí dejarlo. Él no quería y me juró que la situación nunca había llegado al sexo y bla, bla, bla… A pesar de todo, lo abandoné y él se fue a trabajar a EE UU durante 7 meses. Yo estuve sola porque siempre cuido mi salud y lactaba a mi bebé. Cuando regresó nos arreglamos. Me juró que no había estado con nadie, aunque no le creí del todo no quise dejar a mi bebé sin papá.
Después de aquello, volví a quedarme embarazada y me volvieron a mandar a hacer los análisis. Al enterarme de mi embarazo me aterré pues sabía a lo que iba. Fueron unos días horribles. No tanto por mí como por mi bebe a quien le había estado dando leche hasta hacía poco tiempo. El pensar que pudiera estar infectado me partía el alma. Encontré esta página y si no he leído todos los testimonios creo que casi todos.
Estos días fui preparándome para lo inevitable y al fin hoy fui a recoger mis resultados. Estaba muy nerviosa al pedirlos, pero al mismo tiempo con una extraña fortaleza para afrontar cualquier pronóstico. El resultado de mi ELISA de cuarta generación: ‘Negativo’.
No me queda más que agradecerle a Dios por esto, por mis hijos que es lo más que amo, y de hoy en adelante haré mejor las cosas con mi esposo e hijos. Sin embargo, admiro a cada uno de ustedes y quiero que sepan que si en alguna ocasión sentí discriminación frente a ustedes, eso se acabó. Esto le puede pasar a cualquiera, como me pudo pasar a mí. Saludos, suerte en todo y que pronto se encuentre una cura para este mal crónico.