Soy graduado en Turismo. Me enteré de lo mío en noviembre de 2008. Aún no lo asimilo y creo que me llevará muchísimo tiempo aceptarlo. Por ahora me toca seguir, no me queda más salida (y admito que me mantengo en pie por mi madre, sólo por ella). Todavía no he iniciado tratamiento, pues mis defensas se mantienen óptimas, aunque en los últimos meses deben haber mermado, dado que tengo unas laceraciones en la boca (así las llamó el infectólogo que me trata; no confirmó que fueran herpes). Sólo me recetó unos enjuagues bucales con antialérgicos líquidos, lo que calma las benditas y molestas lesiones, que aparecen y desaparecen. Por lo demás, aparentemente estoy bien; no presento otros síntomas.
Troto de vez en cuando, uso un par de mancuernas que tengo en casa; voy al cine, al teatro (me fascina, es mi único vicio). Soy poco bebedor, muy reservado, de fuerte carácter, con gran sentido del humor, en fin, una persona como todas las demás.
La depresión es mi más grande enemiga. Me ha perseguido durante años; primero, por el tormento de vivir una homosexualidad reprimida y a escondidas; segundo, debido a la situación económica, causada, primordialmente, por el desapego de mi padre al trabajo; tercero, por el alcoholismo del susodicho.
Pero, desde hace unos meses, se ha añadido otra razón más para deprimirme: mi diagnóstico como seropositivo. Suena pésimo todo este relato, pero así lo siento, y, aunque no suelo ser muy dramático (sino más bien frío, reservado, callado, discreto y acostumbrado a sufrir en silencio), reconozco que estoy en una encrucijada.
Por lo pronto, sólo me queda continuar con mi vida, procurando mantener mi buen humor, trabajando, frecuentando los pocos pero muy buenos amigos que tengo, y buscar la manera de andar con pies de plomo.
Estoy hastiado de ver los mismos mensajes de heterosexuales, gays, bisexuales, lesbianas, seropositivos y seronegativas, que colocan sus anuncios con el único propósito de tener sexo: "ligar", "follar", "fornicar", "tirar"… No soy el patrón de los santos, pero, por favor, usemos este medio para conocer, opinar, indagar, intercambiar ideas y entablar amistades de verdad.
Me alegra sobremanera haber encontrado esta página, porque es bien sabido que existen pocas que se dediquen a un público como nosotros. Me han entristecido, alegrado y enternecido las muchas historias que he leído en esta página; estos relatos demuestran que cada caso es distinto, que cada quien tiene su propia cruz, su propia prioridad, pero que, en medio de todo, existe el amor.
Posdata: Gente del resto del mundo, borren esa imagen distorsionada y morbosa que tienen de los seropositivos; de que estamos demacrados y somos moribundos, de que andamos contagiando a los demás por venganza, de que somos inútiles laboralmente, de que el VIH sólo es exclusivo de los homosexuales. Dejen de pensar que a ustedes no les va a pasar, y sobre todo, de que todos los gays usamos "jeans" pegados, hablamos como chicas, meneamos el trasero. Existimos miles que, sencillamente, somos como cualquier hijo de vecino.
Se despide de ustedes.
